Acné: mitos, verdades y tratamiento

 T  enemos la costumbre de pensar y tratar el acné como algo "normal", que se pasa solo. Pero es un problema que debe ser tratado y que merece una consulta dermatológica. Además de las lesiones y cicatrices que puede generar, afecta mucho la calidad de vida y la autoestima del paciente.

El acné se produce por la inflamación del folículo pilosebáceo, esos pequeños orificios desde donde crece el pelo y tienen adosado la glándula sebácea, que es la encargada de producir la inflamación y lesiones acneicas. Estas se encuentran fundamentalmente en la cara, el tórax y la espalda.

Puede aparecer en distintas épocas de la vida pero es más frecuente en la adolescencia, aunque puede persistir hasta la adultez. Existen también formas de acné neonatal e infantil que son más raras. Muchas veces las patologías acneicas deben ser estudiadas para descartar problemas endocrinológicos.

El acné se produce por varios factores, el primero de los cuales es la hipersecreción de sebo por el folículo pilosebáceo. Éste aumento en la secreción de sebo está determinada por factores hormonales, más típicos de la adolescencia.

Los otros factores involucrados en el acné son el taponamiento de estos orificios foliculares (poros) y la inflamación y colonización por bacterias que se produce como consecuencia de este taponamiento.

La secuencia de lesiones que se pueden observar son el punto blanco (comedón cerrado), el punto negro (comedón abierto), y luego las lesiones inflamatorias (los granitos), pápulas y pústulas (cuando contienen pus). Cuando el acné no se trata puede ocasionar lesiones más importantes como quistes y nódulos, y dejar secuelas como manchas y cicatrices.

Es importante destacar que el acné constituye una condición que debe ser tratada y debe ser un motivo de consulta con el dermatólogo, que es quien debe tratarla, ya que muchas veces provoca un impacto negativo en la calidad de vida de los adolescentes que ya están en un momento crítico de la vida. Puede ocasionar cuadros de depresión imposibilidad de comunicarse, de interactuar con pares, y altera significativamente la imagen corporal. Muchas veces los padres no lo consideran un problema y esto puede dar lugar a demorar los tratamientos y dejar cicatrices.

Hoy existen muchos tratamientos desde la simple explicación del lavado diario de la cara, hasta tratamientos por boca con medicación muy importante de manera tal de evitar las secuelas que es lo mas importante de este tratamiento, de acuerdo a la gravedad del acné.

 

  Tipos de acné  

El acné se clasifica en leve, moderado y severo, y cada uno tiene un tratamiento específico que debe ser indicado por el dermatólogo, y en algunos casos puede indicar el complemento de algún auxiliar como las cosmiatras, pero el que indica el tratamiento debe ser el médico.

Existen ciertos mitos sobre el acné que deben ser desmentidos: no es cierto que el acné empeore con ciertos alimentos grasos como el chocolate o la mayonesa, o que se relacione con la suciedad.

Es real que tiene relación con los períodos menstruales y suele empeorar en los días previos. El uso frecuente de scrubs suele empeorar las lesiones porque favorece la inflamación.

Es importante recordar que están contraindicados los corticoides locales (en los sitios donde hay lesiones de acné) porque además de empeorarlo pueden provocarlo.

Otro factor importante en el acné es el antecedente familiar de acné severo en los padres.

El tratamiento debe evitar lavados agresivos y exfoliaciones frecuentes, se indican lavados diarios con agua tibia y geles con medicaciones de acuerdo al tipo de lesiones existentes.

Es importante recordar a los pacientes evitar el uso de cosméticos con vehículos grasos o sprays ya que favorecen la aparición de comedones. Todos los productos que se usen deben ser NO comedogénicos u oil free. Otro detalle a destacar es la importancia del uso de protectores solares específicos para cutis acneico tanto para prevenir el daño solar como para evitar las marcas.